Allan Poe
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Capy@TEMP to
** ALL ** on Sat Aug 2 21:05:00 1997
Bueno.. ac les dejo la poesia "El cuervo" .. es bastante conocida..
pero siempre es lindo releer cosas tan buenas como esta.. nop??
Va dedicaba a mi amigo Ragnarok que es un fen¢meno..
Cada vez que en la triste medianoche yo reflexionaba d‚bil y cansado
Sobre varios vol£menes raros y curiosos de una ciencia olvidada;
Mientras cabeceaba, casi dormido, escuch‚ unos suaves golpes
Como si alguien llamara suavemente a la puerta de mi casa.
"Es alguna visita - murmur‚ - que llama a mi puerta."
Eso es todo y nada m s.
Ah! Con claridad recuerdo que fue en el frio diciembre;
Cada brasa moribunda forjaba su fantasma sobra las baldosas del hogar;
Ansiosamente anhelaba el nuevo d¡a; en vano procuraba hallar en la lectura
De mis libros una tregua al dolor; al dolor por la muerte de Eleonora
Por la radiante y singular muchacha a quien los ngeles llamaban Eleonora
Ya sin nombre, nunca m s.
El triste, sede¤o e incierto susurro de cada uno de los rojos cotinajes
Me estremec¡a - me llenaba de fant sticos terrores por mi jam s sentidos;
De tal modo que, para silenciar los latidos de mi coraz¢n, me puse de pie
[repitiendo
"Es sin duda una visita que llama a la puerta de mi casa
Que desea entrar."
Eso es todo y nada m s.
Entonces mi alma cobr¢ vigor y sin vacilar ya
"Caballero - dije - o se¤ora, le ruego que me disculpe.
La verdad es que estaba adormilado y usted tan suavemente llam¢
Tan suavemente vinisteis a golpear, a golpear la puerta de mi casa
Que apenas podr¡a asegurar haberlo oido" -. All¡ abr¡ de par en par la
[puerta
Solo sombras y nada m s!
Atisbando en la profunda oscuridad, permanec¡ de pie con extra¤eza y temor
Dudando, so¤ando sue¤os que ningun mortal o dama se haya atrevido a so¤ar
[antes;
Pero el silencio no fue interrumpido y la oscuridad no fue turbada.
La £nica palabra que se escuch¢ fue la susurrada: Leonora!
Yo la murmuraba y un eco repiti¢ la palabra susurrando: Leonora!
Solo eso y nada m s.
Volvi a mi cuarto con el alma encendida
De nuevo volv¡ a escuchar un golpeteo algo m s fuerte que antes.
"Seguramente - me dije - seguramente es la celos¡a de mi ventana.
Veamos pues que es lo que ocurre y exploremos ese misterio.
Coraz¢n, tranqul¡zate un momento para que yo explore este enigma."
Solo viento y nada m s.
Abr¡ de un tiron el postigo, y con mucho retozo y aleteo
Entr¢ un soberbio cuervo majestuoso, de la antiguedad.
No me hizo ningun caso; ni un instante se detuvo o se par¢;
Sino con aire de caballero o de dama, se situ¢ sobre la puerta de mi cuarto
Se situ¢ sobre un busto de Palas precisamente sobre la puerta de mi cuarto.
Descans¢ y se pos¢, nada m s.
Entonces aquel p jaro de ‚bano, oblig¢ a mi triste imaginaci¢n a sonreir
Por el grave y severo empaque que ten¡a.
"Aunque tu cresta este moncha, t£ - le dije - no eres sin duda un cobarde
Cuervo viejo, bonachon y espectral que vagas en las tinieblas de la noche.
Dime, ¨cual es tu nombre se¤orial el la ribera Plut¢nica de la noche?"
Dijo el cuervo: "Nunca m s."
Maravillado de escuchar a aquel desma¤ado p jaro discurrir tan claramente
Aunque su respuesta no fuese precisa, ni cabal su sentido.
Porque no podemos dejar de coincidir en que ningun ser humano viviente
Tuvo jam s la felicidad de tener un p jaro sobre la puerta de su cuarto,
P jaro o bestia sobre la escultura de un busto situado encima de la puerta
[de su cuarto
Con un nombre: "Nunca m s."
Pero el cuervo, inm¢vil sobre el pl cido busto s¢lo dijo
Aquellas palabras, como si su alma oscura a trav‚s de ellas se vertiera.
Nada m s agreg¢, ni movi¢ una ola pluma.
Pero yo apenas pude murmurar: "Otros amigos me han dejado antes.
Al amancer este me dejar , del mismo modo que de mi huyeron las esperanzas"
Entonces el p jaro dijo: "Nunca m s"
Me sobrecogi ante el silencio roto por una respuesta tan justa.
"Sin duda - dije - lo que dice son s¢lo frases aprendidas
Oidas a algun maestro desgraciado a quien la desgracia
Le acos¢ m s y m s hasta que sus canciones tuvieron un solo estribillo;
Hasta que los cantos f£nebres de su esperanza, los de la muerte,
[repitieron:
Jam s, y nunca m s!"
El cuervo aun continuaba incitando a toda mi alma triste a sonre¡r.
Arrastr‚ un sill¢n hasta situarme frente al ave, el busto y la puerta;
Y entonces, hundi‚ndome en su terciopelo, me puse a encadenar
Fantas¡a con fantas¡a, pensando lo que aquel siniestro p jaro de anta¤o,
Lo que aquel torvo, desma¤ado, l¡vido, flaco, infausto p jaro de anta¤o
Quizo decir graznando "Nunca m s!"
Permanec¡ observando; pero nada trastorn¢ la honda clama del ave,
Cuyos ojos fieros me abrasaban hasta el fondo del pecho.
Yo estaba sentado tratando de adivinar esto y m s, con la cabeza reclinada
Sobre el aterciopelado almohad¢n que la luz de la l mpara acariciaba,
Pero aquel aterciopleado almohad¢n que la luz de la l mpara acariciaba
Ya no volver‚ a estrecharlo Nunca m s!
Entonces me pareci¢ que el aire se hac¡a m s denso, perfumado por un
[extra¤o incensario
Balanceado por ngeles cuyas d‚biles pisadas resonaban en el suelo
[alfombrado
"Miserable! - grit‚ -. Tu dios te ha enviado, por
medio de estos ngeles que te ha enviado,
Tregua, tregua y nepente para aliviar el recuerdo de Leonora!"
Bebe, oh!, de ese buen nepente y olv¡dala!"
Dijo el cuervo: "Nunca m s".
"Profeta - dije -, cosa de mal, ya seas p jaro o demonio,
Por ese cielo que nos circunda, por ese Dios que los dos adoramos
Dile a esta alma cargada de pesar si, en el distante Ed‚n,
Abrazar a la radiante y £nica doncella a quien los ngele llaman Leonora;
Dijo el cuervo:"Nunca m s".
"sa es la voz de la partida, p jaro o demonio!", grit‚ alz ndome.
"Regresa a la ribera Plut¢nica de la noche!
No dejes ni una pluma negra como rastro de esa mentira que tu alma ha
[pronunciado!
Deja intacta mi soledad! Deja el busto sobre mi puerta!
Quita el pico de mi coraz¢n y lleva tu figura lejos de mi puerta!
Contest¢ el cuervo: "Nunca m s".
Y el cuervo sin moverse, todav¡a sigui¢ posado, todav¡a permanece
Sobre el p lido busto de Palas precismente encima de la puerta de mi
[cuarto
Y sus ojos tienen toda la apariencia de un demonio que est so¤ando;
Y la luz de la l mpara al iluminarlo arroja su sombra sobre el piso.
No ser liberada Nunca m s!
Capy
Espero que les haya gustado.. =))).. as¡ vale la pena el tiempo que estuve tipeando =))